
Y, termina un nuevo año, con él vemos concluídos nuestros sueños, deseos, caminos. Conocí gente maravillosa, gente como uno, gente igual a uno, con valores, de esos que todavía creen en mirar a los ojos,en dar un buen apretón de manos, en la palabra dada (tomandola como empeñada).
Termina un año, y aunque no haga balances (porque la matemática no va con los sentimientos), puedo decir que fueron más las ganacias que las pérdidas. Aunque el no poder ver a Luli, mi sobrinita, sea una puerta abierta que duele, que no se entiende,y la muerte de mi papá me haya sorprendido, pese a todo...fueron más las ganancias, que las perdidas.
Volverán a renovarse los sueños, las esperanzas, y como esos viajantes que nunca cesan en su andar, viajaremos todos buscando que se hagan realidad.
A todos, les deseo FELIZ Año Nuevo, y gracias por compartir conmigo cada paso.