Carta 4


Amiga mía:



Cuando recibo una carta tuya, algo dentro de mí vibra y salta.

Lentamente miro el sobre... la estampilla... tu letra... (¿estabas esta vez tensa? ¿o
apurada, quizás?).

Me tomo tiempo para sentirte en contacto conmigo antes de leer el contenido...

... Cada carta tuya es ahora un pedazo de vos que me das... Cada una de las mías es
igual...

Me imagino ahora que soy un sobre. Me ponen dentro una carta para vos, me cierran, me
escriben tu dirección en la panza y me llevan hasta el correo...

Ahora viene la parte más difícil: el matasellos. ¡¡Ay!! Me ponen en una pila con
compañeras circunstanciales, me pasan a una bolsa y de allí, al avión.

Estoy viajando hacia el norte. Es mágico compartir este viaje con otras compañeras.
Miles de millones de palabras escritas llevan mensajes similares al mío. O no...

Allí, la carta de una madre a su hijo; más abajo, un reclamo de pago; acá, al costado, un saludo de navidad y más lejos una compañera ostentosa, muchos colores, letras grandes y atractivos dibujos. (Me pregunto: ¿qué venderá?) El avión aterriza...

Nos clasifican, subimos a un camión...Ahora estoy en la bolsa del cartero... ¡Ya llego!... El toca el timbre. Se abre una puerta y... ¡ahí estás!!

¡Qué placer estar entre tus manos! Tu mirada me hace sentir muy bien.

Te sentás y me acariciás... con mucha suavidad, me abrís y sacás la carta para leerla...

(Me encanta verte tomándote tu tiempo...) Leés... Mirás el techo... Volvés leer y sonreís...

Ahora volvés a guardar la carta dentro de mí. Otra vez tus caricias.

Me llevás a tu pieza y me guardás en tu cajón; con otras cartas, con tu alhajero, unas llaves y El Princ, me siento en el cajón de tus tesoros.

Allí me quedo...

De vez en cuando, abrís el cajón y me mirás; otras. siento que estás en contacto conmigo sin siquiera verme. Hoy ha llegado otro sobre que pusiste sobre mí, con la misma ternura con que lo hiciste conmigo y yo no me puse celoso, me sentí más grande y más importante.

Tengo la sensación de ser un eslabón, un eslabón más y a la vez el más importante
eslabón de una cadena que te une -no que te separa- con Jorge... conmigo.



Bucay

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